En todo caso, para filmar la apariencia de su muerte en el corto The Death of David Cronenberg (2021), su obra pospandémica, Cronenberg no recurrió en los sesenta segundos que dura el filme a ninguna palabra: solo dos cuerpos repetidos, el muerto y el vivo, colocados uno al lado del otro; el muerto, por supuesto, no puede hablar; el vivo se limita a besarlo y acariciarlo.
